Ilusión

Hoy charlamos con mi amigo Bluebird sobre el concepto Ilusión.
En general, utilizamos dos acepciones de este término casi contradictorias, que son las dos más importantes (primeras) según la RAE:

1. f. Concepto, imagen o representación sin verdadera realidad, sugeridos por la imaginación o causados por engaño de los sentidos.

2. f. Esperanza cuyo cumplimiento parece especialmente atractivo.

A decir verdad, es la segunda acepción la más utilizada, "estoy ilusionado", "me ilusiona tal cosa" o "me desilusionó" y al mismo tiempo con el mismo sentido podríamos decir: "era una ilusión". Construimos entonces dos paradigmas contrapuestos que no son puestos en evidencia en la cotidianeidad, vivimos sumergidos en ilusiones a futuro considerándolas como esperanzas y construimos nuestras percepciones del mismo en base al concepto arraigado de imaginario imposible, "desarraigado de la realidad". ¿Será por ello que no podemos concretar ilusiones presentes? Proyectamos a futuro aquello que nos es imposible concretar en el presente o aquello anhelado.
La construcción de la innovación se basaría entonces en concretar ilusiones... nada nuevo.
Una desilusión implica desvelar la farsa, caer en la realidad, vivimos sumidos en el pánico a la desilusión, en fin, de la desesperanza, No en el develamiento de una verdad. Pero si seguimos esperanzados en ilusiones, en cambio de realidades, nunca superaremos este miedo. Tememos porque nunca consideramos que estamos descubriendo al desilusionarnos, estamos fracasando.
La utopía es un norte, alguien dijo, pero la ilusión? ¿No se convierte en una pared infranqueable?
La posibilidad de esperanzarnos en realidades concretas nos convierte a ojos de algunos en esencialistas que consideran que existen verdades, y UNA realidad.
Pero es este mundo el compartido - esta maraña de ilusiones o sueños si quieren- que podemos dar por sentada para construir. Es este pilar el que parece perdido hoy, en la así considerada posmodernidad.
Sigo pensando que este paradigma es muy duro para los que nos perdemos en elucubraciones de este tipo. Que el relativismo anula, que la falta de critica impide el crecimiento. Y la infinita posibilidad de mundos paralelos sólo nos sumerge en la desilusión más profunda. Tomando la segunda acepción, claro.