Un puente, dos caminos, un abismo.
Un campo de azafrán,
violetas, a millares.
Cada pizca, flores.
Igual con el amor, cada paso color,
brillo, luz, flores aroma.
Abriéndonos a la vida, arrancándonos
para volar,
desterrándonos
para morir
desecados las más de las veces,
esperanzados en encontrar el elixir de la eternidad.
Sed, agua, sed.
Demasidas flores nos arrancamos al andar,
esperanzados en encontrar semillas que nos hagan florecer.
Demasiadas raíces abandonamos,
demasiados quistes y espinas nos duelen en los pasos,
para volver a decidir salir a caminar, a tomar vuelo.
Pero volar no es caer.
puede ser transitar puentes, el caminar, andar
por qué no.